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Cada vez más, las personas nos preocupamos por el impacto que tienen nuestras acciones en el medio ambiente.

La movilidad sostenible viene a responder este interrogante. Si bien los medios de transporte tradicionales siguen teniendo importancia, otras opciones van cobrando protagonismo, tal y como analizamos desde el observatorio de Seguros SURA. Entre otras iniciativas, se destacan la promoción de la movilidad peatonal, el uso de dispositivos individuales como bicicletas, monopatines o patinetas, la priorización del transporte público y la reorganización del tránsito de las grandes ciudades.

Una de las señales de cambio que viene imponiéndose en este sentido es la migración desde el uso de vehículos de combustión fósil hacia energías alternativas a través de los automóviles eléctricos o híbridos (aquellos que combinan un motor a combustión con otro eléctrico).

Entre otras ventajas, estos vehículos reducen o eliminan por completo las emisiones de gases de efecto invernadero, ayudando a disminuir la huella de carbono a nivel mundial. En línea con ello, la Unión Europea prohibió la venta de autos con motores de combustión a partir de 2035, mientras que Estados Unidos estableció como objetivo que el 50% de los nuevos vehículos funcionan a batería para 2030. En Argentina, se presentó el proyecto de ley de Movilidad Sustentable, que establece como fecha límite para vender vehículos a combustión el año 2041.

Asimismo, las ventas de autos eléctricos o híbridos vienen incrementándose: en 2021 aumentaron un 121% a nivel global, mientras que en Argentina se vendieron 5871 unidades, un 148% más que en 2020. Desde diciembre pasado, además, el país cuenta con una red de cargadores para autos eléctricos que permite unir la ciudad de Buenos Aires con Mar del Plata, a través distintos puntos de carga ubicados a lo largo del recorrido.

Quienes se muestran más abiertos a cambiar su forma convencional de transporte y a apostar por la movilidad sostenible son los jóvenes. Según el informe HPI Check Electric Vehicle Study, el 91% de las personas entre 25 y 34 años se ha planteado la idea de comprar un transporte eléctrico.

Pero ¿cuáles son los desafíos que trae este nuevo tipo de movilidad?

Entre otras cuestiones, se necesitan estaciones de carga (electrolineras), mano de obra especializada y regulaciones acordes. También está pendiente contar con talleres con mano de obra calificada y repuestos específicos, peritos capacitados para el rubro asegurador y servicios de asistencia preparados para atender la demanda.

La incorporación de este nuevo riesgo al mercado requerirá de un proceso de aprendizaje, ya que puede tener un impacto siniestral distinto al que conocemos y una forma de resolución diferente. Los clientes, a su vez, deberán aprender sobre el cuidado y el mantenimiento de estos vehículos.

Desde las empresas de seguros, es necesario que sigamos indagando sobre temas como la oferta y la demanda de estos vehículos en el país, sus diversos modelos, su forma de fabricación y el reemplazo y la disposición de las baterías agotadas, para poder generar una propuesta de valor acorde a este nuevo paradigma. Así, podremos crear productos que se amolden a las nuevas prácticas sostenibles en las ciudades.

FUENTE:

Revista Énfasis Logística - Septiembre 2022