El Cross docking o “cruce de muelles” es una estrategia de logística que consiste en utilizar almacenes lo mínimo posible al transportar mercancía para así reducir el flujo de transporte al mínimo posible.
Esta estrategia consiste en que las mercancías pasen directamente del transporte de llegada al transporte de salida, es decir, de transporte a transporte sin que estos productos deban depositarse en un almacén.
Existen dos tipos de cross docking:
- Predistribuido: En este modelo, los productos que se comercializarán ya se encuentran listos, son llevados a los puntos de entrega donde son recibidos y colocados en nuevas unidades de transporte para ser distribuidos.
- Consolidado: En este caso, los productos deben ir a un área de acondicionamiento dentro del centro de distribución donde serán agrupados en una nueva forma antes de ser cargados en las nuevas unidades de transporte.
El objetivo de este valor agregado es ejecutar la consolidación de pedidos en el menor tiempo posible, reduciendo la manipulación y el almacenamiento en planta. “Si esta mercadería ‘duerme’ en el crossdock este falló porque ese envío no salió por algún motivo y en consecuencia llegará tarde”, explica el experto y líder de la compañía. Para que el proceso se lleve a cabo correctamente, es necesario contar con la infraestructura adecuada, la misma debe tener ciertos requerimientos tales como: disponer de una gran superficie para poder procesar los pedidos y espacio que permita establecer el flujo unidireccional de la mercadería, de modo que lo que ingresa, por un lado, se marche por otro y así evitar que esta se cruce.
Por otro lado, implica la existencia de una interfaz con el cliente previo a la recepción del producto, con el objetivo de que el operador cuente con la información necesaria, tal como la cantidad y números de remitos, la volumetría y los destinos a los que se dirigirá esa mercadería, para así poder diagramar los mejores caminos y dimensionar la capacidad en cada camión. Por ejemplo, en la logística para la industria de la salud, como es el caso de los productos farmacéuticos, los veterinarios, especialidades médicas, entre otros, “el desafío es aún mayor”. Para trabajar con este tipo de industria, es fundamental garantizar la calidad, la seguridad y la eficacia de estos y, por lo tanto, los puntos de transferencia de cargas deben mantener ciertas condiciones particulares; tales como cámaras de frío, etc.
Es decir que deben cumplir con controles de temperatura con un registro continuo; con control de plagas y procedimientos escritos; también las medidas de higiene deben ser más estrictas, así como las de sustentabilidad y seguridad. Para asegurar que todo esto se cumpla, es de suma importancia realizar evaluaciones periódicas. En definitiva, la estricta limpieza, orden y la metodología son las claves para operar con los productos de la industria de la salud.
Por eso, es fundamental trabajar con un sistema de crossdock efectivo para que la mercadería llegue como corresponde.
FUENTE:
Revista Énfasis Logística - junio 2022
