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Si bien las iniciativas son incipientes, algunas empresas ya pueden mostrar resultados de sus acciones. En otros casos, estudian el mercado de bonos para compensarlas

La huella de carbono es un parámetro de medición ambiental. En el caso de las empresas, responde a la cantidad de gases de efecto invernadero que libera a la atmósfera, por ejemplo, por la utilización de combustibles fósiles. De un tiempo a esta parte los operadores logísticos comenzaron a desarrollar iniciativas con el propósito de reducir sus huellas de carbono y, de esta manera, contribuir al cuidado del medio ambiente.

Así lo confirma Camila González, responsable corporativa de Sustentabilidad en International Trade Logistics. “Estamos comprometidos en integrar la sustentabilidad en cualquier actividad, iniciativa o proyecto, mediante el trabajo con nuestros accionistas internacionales y autoridades locales para asegurar que atendemos todos los impactos ambientales de desarrollo del negocio”, explica.

“La prevención de la contaminación y la protección ambiental son nuestros principales pilares que llevamos impresos en los objetivos de cada colaborador de la organización. Tal es así que somos una empresa certificada ISO 14000, integramos la Agenda 2030 de la ONU con la incorporación de los objetivos de desarrollo sostenible a la estrategia corporativa, y tenemos un sistema de gestión de respuesta al cambio climático con acciones de innovación activas y permanentes”, continúa. En efecto, dentro de las metas internacionales suscriptas por ITL, la empresa asumió el compromiso de reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero en un 50% para el 2030 respecto de los niveles del 2019; en un 75% para el 2040, y un 100% para el 2050, en línea con el Acuerdo de París

En ITL, la huella de carbono se divide en dos categorías, según explica la ejecutiva: emisiones de gases de efecto invernadero de alcances 1 y 2. “Las emisiones de alcance 1 son aquellas generadas por actividades directas de la organización, sobre las cuales se tiene un cierto nivel de control. Contemplan la quema de combustible diésel y de gas de diversos tipos. Por otro lado, las emisiones de alcance 2 son aquellas indirectas, generadas por el uso de energía eléctrica comprada”, detalla.

En concreto, ITL tuvo el año pasado una huella de carbono total de 12.573 toneladas de dióxido de carbono equivalente, divididas entre las 7.290 de alcance 1 y las 5.283 de alcance 2, de acuerdo con los datos aportados por la compañía. De esta manera, exhibe una reducción con relación a las mediciones previas: 13.374 toneladas de dióxido de carbono equivalente en 2019; 13.148 toneladas en 2020, y 12.829 en 2021. Cabe mencionar que las emisiones de los alcances 1 y 2 son calculadas en base al GHG Protocol, en base al enfoque de participación de capital de la norma ISO 14064. El método de cálculo consiste en inventariar todas las fuentes que emiten gases de efecto invernadero y, luego, multiplicar cada una por su factor de emisión, extraído del GHG Protocol Factors for Cross Sector Tools. En tanto, el factor de emisión del alcance 2 está basado en el factor argentino de la Agencia Internacional de Energía. El cálculo de emisiones de alcance 2, además, se encuentra afectado por la reducción que implican los contratos de energía renovable.

“Se percibe en el tiempo una baja en las emisiones del alcance 2, de 7.892 toneladas de dióxido de carbono equivalente en 2019 a 7.642 en 2020, a 6.195 en 2021 y a 5.283 en 2022, ya que, a partir del 2020, se migró al uso de energía renovable para gran parte del consumo que tiene nuestra actividad. De hecho, desde marzo de 2023, el 80% del total de energía consumida en ITL proviene de fuentes renovables”, ilustra la especialista.

Por su parte, agrega que “el incremento de las emisiones de alcance 1, de 5.482 toneladas de dióxido de carbono equivalente en 2019 a 5.506 en 2020, 6.634 en 2021 y 7.290 en 2022, está directamente vinculado al aumento en el uso de equipamiento y grupos electrógenos”.

Como síntesis, de acuerdo con la responsable corporativa de Sustentabilidad, las emisiones totales del grupo disminuyeron gracias a la iniciativa de contratos de energía renovable. “El objetivo fue reducir el alcance 2 de la huella de carbono tanto para la operación en la terminal portuaria de containers como para las operaciones de warehousing”, indica.

“Además, la empresa se encuentra involucrada en una continua investigación sobre nuevas tecnologías más eficientes, que buscan disminuir el consumo energético en diversas áreas, como el uso de electricidad o combustibles líquidos. En 2022, de hecho, se llevó a cabo una prueba de biodiesel en nuestros equipos Prime Movers, con el propósito de evaluar la viabilidad técnica de utilizar un combustible menos contaminante en nuestras operaciones. Asimismo, se exploraron otras alternativas para optimizar el consumo de energía, como el cambio de tecnología de carga de equipos a baterías de litio”, completa.

Otro operador logístico que redujo su huella de carbono es Zarcam. También, con el propósito de cumplir con los compromisos asumidos en sus políticas; mantener un estándar asociado a la sostenibilidad; mejorar la relación con sus clientes, en especial las multinacionales, y contribuir a una mejora en relación con los impactos sobre el medio ambiente. De hecho, pasó de 5.577 toneladas de dióxido de carbono equivalente emitidas en 2021 a 4.585 toneladas en 2022.

“Por un lado, implementamos un plan de eficiencia energética para el transporte y warehousing. Por otro, la mejora estuvo relacionada con la cantidad de kilómetros recorridos en el servicio de transporte, ya tiene una incidencia contundente, del 87,47% sobre el total de nuestro inventario de emisiones”, advierte Ernesto Tentori, gerente de Sustentabilidad de la empresa y miembro del equipo del departamento de Ambiente y Sustentabilidad de la Cámara Empresaria de Operadores Logísticos. En CEDOL, se optó por una metodología básica, con el objetivo de facilitar que la mayor cantidad de empresas, pudieran informar mensualmente los mínimos datos necesarios como cantidad de km recorridos, consumo de combustible y toneladas transportadas.

Incluso hay pymes del sector logístico que encararon iniciativas para reducir el impacto de la huella de carbono como parte del compromiso con el cuidado del medio ambiente. Es el caso de Log-In Farma, cuya huella de carbono se mantiene en un índice similar desde que inició la medición, en enero del año pasado, cuando verificó 7,4 toneladas de dióxido de carbono equivalente, hasta abril pasado, cuando llegó a 7,6 toneladas. Log-In también colabora con el equipo del departamento de Ambiente y Sustentabilidad de CEDOL. “Estamos estudiando distintas acciones para reducirla y estimamos que en los próximos meses lograremos minimizarla. Realizamos ruteos inteligentes mediante aplicaciones de organizadores de entregas y de reductores de emisiones en vehículos de carga”, asegura Teresita Argüeso, gerenta de Calidad y Asuntos Regulatorios en el operador logístico.

“Para compensar la huella de carbono propia de nuestra actividad, nos encontramos evaluando el mercado de bonos de carbono”, también confirma. Se trata de un método de compensación de emisiones de dióxido de carbono. Un ejemplo al respecto es el de la generadora de energía renovable Genneia, cuyo Parque Eólico Rawson logró un ahorro certificado de 204.000 toneladas de emisiones de dióxido de carbono por año. De hecho, es el primer centro a gran escala de la Argentina habilitado por Verified Carbon Standard (VCS) emitir Certificados de Reducción de Emisiones (CER).

FUENTE:

Énfasis Logística - Agosto 2023