Los vehículos eléctricos están consolidando su presencia en los entornos urbanos, ofreciendo una alternativa eficiente y respetuosa con el medio ambiente en el transporte terrestre.
Su uso ha ganado tracción gracias a los innegables beneficios ambientales que aportan al reducir las emisiones de gases nocivos, lo que no solo contribuye a mitigar la contaminación del transporte, sino que también les permite acceder a zonas restringidas, optimizando así la distribución de mercancías en áreas urbanas.
Sin embargo, aunque los vehículos eléctricos representan un avance significativo, aún hay margen para mejoras y desarrollos adicionales. En la búsqueda de una logística más sostenible, es crucial considerar la adopción de tecnologías y soluciones que promuevan la eficiencia y la reducción de la huella de carbono en el transporte y la distribución de mercancías.
El transporte y la logística desempeñan un papel fundamental en la economía nacional, siendo vitales para garantizar un aprovisionamiento, distribución y exportación efectivos de bienes y mercancías en diversos sectores. Sin embargo, a medida que aumenta su importancia, también se intensifican los desafíos a los que se enfrentan, especialmente en términos de contaminación y congestión.
Según el Observatorio del Transporte y la Logística en España, el transporte por carretera es el principal generador de emisiones de CO2 en el país, destacando su impacto ambiental y la necesidad de abordar esta problemática de manera urgente. El creciente número de ciudadanos en áreas urbanas y la conciencia sobre la huella de carbono del sector están impulsando la implementación de medidas como las Zonas de Bajas Emisiones.
Ante este panorama, la industria está respondiendo con soluciones innovadoras, como los vehículos de energías alternativas (VEAS). Estos vehículos, que incluyen opciones como la electromovilidad y los vehículos impulsados por gas u otras energías verdes, ofrecen una alternativa sostenible y adaptable para la distribución de mercancías en entornos urbanos.
Sin embargo, para que estas soluciones sean efectivas, es necesario superar una serie de barreras, como las restricciones de acceso a vehículos de combustibles fósiles y las medidas específicas orientadas al reparto. Además, se requiere una mayor integración y ajuste de los VEAS en entornos urbanos, así como el desarrollo de infraestructuras adecuadas y el apoyo institucional para promover su adopción a gran escala.
Desde CITET, el clúster de innovación para la logística y el transporte de mercancías, se promueve la integración y el desarrollo de los VEAS a través de proyectos y estudios que analizan las necesidades y oportunidades del sector. Facilitar la transición hacia una logística más sostenible requiere una colaboración estrecha entre el sector público y privado, así como el compromiso de todas las partes interesadas para impulsar un cambio significativo en el transporte y la distribución de mercancías en nuestras ciudades.
FUENTE:
Revista Énfasis Logística