En el último año han crecido muchísimo las ventas online, y consecuentemente las entregas directas. Más allá de las circunstancias ya conocidas relacionadas con la pandemia y el COVID-19, se espera que todo este mercado siga creciendo durante los próximos años.
Envíos a demanda
Este tipo de envíos a demanda vienen ocupando el centro de la escena desde hace ya un tiempo. Consiste en enviar el producto al cliente casi inmediatamente después de que haya realizado su pedido. Empezó creciendo mucho con servicios de alimentos, por ejemplo, que entregaban comida a domicilio para comer en el acto.
Envíos programados a demanda
Este tipo de envíos pone la atención principal en la conveniencia del cliente, que puede decidir cuándo quiere recibir su paquete. Funciona en franjas horarias específicas y determinables. En algunas ocasiones el cliente puede planificarlo con total libertad, en otras la empresa provee lapsos de tiempo disponibles para la entrega.
El modelo del “camión de helado”
El “camión de helado” o Ice Cream Truck Model consiste en un vehículo grande que por lo general transporta productos para comercios y a veces hasta consumidores finales. La particularidad es que cuenta con un stock extra disponible (digamos un 5%) de productos para entregar si surgen nuevos pedidos durante la jornada. De esta manera, un nuevo pedido en medio del día no se convierte en un nuevo vehículo preparándose para salir, sino que se incorpora al itinerario previo del “camión de helado”. En estos casos se depende en gran medida de una buena plataforma de optimización de rutas, para poder incluir los nuevos puntos de entrega de forma eficiente.
FUENTE:
www.optimocamino.com
