La sostenibilidad se ha vuelto un tema prioritario en la agenda empresarial en general y en particular en el sector de la logística, no solo por el impacto ambiental, sino también por los beneficios económicos y sociales que atrae una operación eficiente.
Por Victoria Mariano. Directora Di Capua Associates - Supply Chain Consulting
A nivel global, las economías desarrolladas han avanzado a mayor velocidad en la adopción de tecnologías verdes y en la transición hacia energías limpias, impulsadas por regulaciones más estrictas, subsidios gubernamentales y mayor presión social. Países europeos, por ejemplo, lideran en electromovilidad y reducción de emisiones logísticas, mientras que en Asia se consolidan centros de distribución automatizados con mínima huella de carbono. Sin embargo, en regiones como Argentina y Latinoamérica, este proceso avanza a un ritmo más lento debido a restricciones económicas, marcos regulatorios en desarrollo y una menor adopción tecnológica, con procesos que recién están comenzando a consolidarse. A pesar de estos desafíos, la sostenibilidad presenta una oportunidad única para la región.
Con iniciativas de menor costo y rápida implementación, las empresas pueden optimizar sus operaciones en el corto plazo, alineando eficiencia con impacto positivo. Además, los proyectos de largo plazo, aunque más ambiciosos, sientan las bases para transformar la logística de manera integral. En este artículo exploraremos estas dos dimensiones, analizando cómo la logística puede contribuir a un desarrollo sostenible realista y adaptado al contexto local, aprovechando las fortalezas regionales y mitigando las limitaciones estructurales.
Iniciativas de corto plazo
- 1. Optimización del transporte y rutas inteligentes La adopción de sistemas de gestión de transporte (TMS) y herramientas de optimización permite reducir kilómetros recorridos en vacío y mejorar la eficiencia de las entregas. La implementación de rutas inteligentes no requiere grandes inversiones tecnológicas y tiene un impacto inmediato en la reducción de costos y emisiones.
- 2. Uso de combustibles alternativos disponibles Mientras que la adopción de vehículos eléctricos sigue siendo limitada por los costos y la infraestructura, el gas natural comprimido (GNC) se presenta como una alternativa más viable en el corto plazo. Algunas flotas de transporte ya han comenzado a migrar hacia este tipo de combustible, reduciendo emisiones y mejorando la rentabilidad.
- 3. Logística inversa para envases y productos retornables La devolución de envases retornables y el reciclaje de productos permiten optimizar recursos y reducir el desperdicio. Empresas de retail y consumo masivo están avanzando en la implementación de procesos de logística inversa, disminuyendo la generación de residuos y facilitando la economía circular.
- 4. Pequeños cambios operativos y cultura de sostenibilidad Adoptar una cultura de sostenibilidad desde las operaciones es una estrategia accesible que genera resultados inmediatos. Acciones como la reparación y reciclaje de pallets, el uso eficiente de enfilmadoras que minimicen el desperdicio de film plástico o la promoción de prácticas paper-free en almacenes ayudan a reducir costos y minimizar el impacto ambiental. Involucrar a los equipos en estas iniciativas impulsa una mentalidad orientada a la mejora continua y refuerza el compromiso con la sostenibilidad.
Estrategias de largo plazo
- 1. Electromovilidad y transporte autónomo A pesar de las dificultades actuales, la transición hacia flotas eléctricas es un objetivo a mediano y largo plazo. La electromovilidad puede consolidarse a medida que la infraestructura de carga mejore y los costos de adquisición de vehículos eléctricos disminuyan. También se proyecta la adopción de vehículos autónomos en tareas intralogísticas, optimizando procesos, mejorando la eficiencia y reduciendo costos operativos, aunque la implementación enfrenta desafíos relacionados con infraestructura y capacitación.
- 2. Infraestructura verde y centros logísticos sostenibles El desarrollo de centros de distribución eficientes desde el punto de vista energético es una tendencia en crecimiento. En los próximos años, se espera que más empresas inviertan en instalaciones con energías renovables, sistemas de iluminación inteligente, soluciones de aislamiento ecológicas y prácticas de construcción sostenible.
- 3. Colaboración entre empresas y transporte colaborativo La sinergia entre empresas para compartir cargas y trayectos será clave para maximizar la eficiencia y reducir emisiones en el largo plazo. El concepto de transporte colaborativo podría volverse una práctica habitual, promoviendo una logística más eficiente y sostenible.
- 4. Automatización y tecnologías emergentes La robotización de almacenes, junto con el uso de Internet de las Cosas (IoT), la inteligencia artificial (IA) y la automatización de procesos robóticos (RPA), permitirá operaciones más ágiles y sostenibles. Estas tecnologías, junto con los avances en procesamiento de datos y modelos predictivos complejos, contribuirán a mejorar la eficiencia, reducir el desperdicio de recursos y optimizar el control de las cadenas de suministro.
- 5. Políticas públicas e incentivos para la sostenibilidad logística El apoyo estatal será clave para consolidar la sostenibilidad a largo plazo. Se proyecta que gobiernos locales impulsen normativas que promuevan la eficiencia energética, el uso de combustibles alternativos y la reducción de emisiones. Los incentivos fiscales para inversiones en infraestructura verde o vehículos limpios serán determinantes para que las empresas adopten tecnologías avanzadas que, de otro modo, serían inviables por sus altos costos iniciales.
El camino hacia una logística más sostenible en Argentina y Latinoamérica combina acciones inmediatas y estrategias a largo plazo. La implementación de mejoras operativas como la digitalización y el uso de combustibles alternativos ofrece resultados rápidos, mientras que proyectos más ambiciosos, como la electromovilidad y la automatización avanzada, requerirán tiempo e inversión. La clave estará en que las empresas adopten un enfoque pragmático y adaptable, alineando la eficiencia operativa con un compromiso sostenible que les permita mantenerse competitivas en un entorno de creciente demanda por soluciones responsables.
Como señala Gustavo Di Capua, Socio de la firma Di Capua Associates, "La integración de prácticas sostenibles en la logística no solo es una responsabilidad social, sino también una oportunidad para impulsar la innovación y la eficiencia”.
FUENTE:
Revista Énfasis Logística